Cualquier intervención quirúrgica deja como secuela una cicatriz. Ésta es una marca indeleble para toda la vida y la calidad de la misma depende de varios factores:
- la genética: no todas las personas cicatrizan igual.
- la localización: hay zonas del cuerpo donde las cicatrices tienden a ser más visibles.
- la técnica de sutura empleada.
- los cuidados postoperatorios.
Cuidado y tratamiento de cicatrices quirúrgicas
En nuestro Servicio hemos desarrollado un protocolo que denominamos CICATRIZ ÓPTIMA para intentar que las cicatrices de nuestras intervenciones sean de la mejor calidad posible. Este protocolo tiene varios componentes para un óptimo cuidado y tratamiento de cicatrices:
- Sutura de las heridas con hilos reabsorbibles subcutáneos. De esta forma no hay hilos por fuera de la piel que pueden dejar inestéticas marcas. Además, no hay que quitar los puntos.
- Tratamiento de la cicatriz con una crema con Factor de Crecimiento Epidérmico. A partir de la semana de la intervención se recomienda la aplicación de esta crema que contribuye a una rápida regeneración de la epidermis. Se ha comprobado científicamente su eficacia para obtener cicatrices de gran calidad.
- Oclusión de la cicatriz. Indicamos al paciente que tape la cicatriz continuamente con un adhesivo, que se cambia diariamente en la ducha. Este protocolo se mantiene durante tres meses. Se ha demostrado que a oclusión de la cicatriz impide que ésta se deshidrate, lo que impide que la cicatriz se eleve (cicatriz hipertrófica).
- Por fin, el protocolo incluye evitar la exposición de la cicatriz al sol durante doce meses. Para ello proporcionamos a los pacientes determinadas cremas de protección solar adecuadas al tipo de piel y la zona del cuerpo.
Con las medidas indicadas en el Protocolo CICATRIZ ÓPTIMA intentamos que el estigma cicatricial de la cirugía sea lo más inapreciable posible.
