La seguridad sanitaria nunca debe pasarse por alto a la hora de realizar cualquier cirugía o tratamiento estético. Hablamos de un producto comercial que se hace en la mayoría de los casos por elección personal. Vivimos en una sociedad que nos bombardea diariamente con cientos de estímulos publicitarios sobre la importancia de nuestro físico y la manera de cuidarlo. En muchos de los casos, estos estímulos van relacionados con un coste bajo, técnicas revolucionarias y sencillas recuperaciones. Y en muchos casos no es así. Nadie se atreve a hablarnos de posibles complicaciones cuando el mensaje a transmitir es que todo es facil y barato. No hay que asustar al paciente, sino darle la información necesaria que necesita para hacer una buena elección sobre el lugar y el profesional al que confiar su salud.
Cualquier intervención de cirugía estética es precisamente eso, una intervención quirúrgica. Y las intervenciones quirúrgicas, por definición, deben ser realizadas en un ámbito hospitalario.
Esto es así por dos razones. En primer lugar, el hospital es el único lugar que reúne las condiciones de equipamientos y condiciones higiénicas necesarias para realizar con seguridad una operación.
Pero además, un hospital de alto nivel cuenta con los medios físicos y humanos para hacer frente a las posibles complicaciones que pudieran surgir. Es cierto que la mayoría de las operaciones de Cirugía Estética se llevan a cabo en personas sanas, pero no dejan de ser intervenciones quirúrgicas y éstas pueden complicarse. Un hospital debe contar con Unidad de Cuidados Intensivos, anestesista de guardia las 24 horas, banco de sangre y quirófanos disponibles día y noche. De este modo se podrá atajar precozmente cualquier posible complicación.
Incluso las llamadas intervenciones “menores”, como pequeñas liposucciones, blefaroplastia u otoplastia deben ser realizadas en quirófano de un centro hospitalario. Esto no debe asustar, sino todo lo contrario, debe dar seguridad al paciente. Lo que debe asustar son esas operaciones que se ofrecen en centros médicos sin las condiciones adecuadas para hacer frente a las más mínimas complicaciones.
El simple estrés causado por el hecho de operarse puede hacer que el paciente sufra cuadros de mareo, hipotensión o bradicardia que si ocurren en un quirófano de un hospital bien dotado no tienen la más mínima importancia pues se pueden prever y tratar adecuadamente por los profesionales del hospital.
Todas nuestras operaciones se realizan bien en el Hospital Universitario Madrid Montepríncipe o Madrid Torrelodones. Ambos hospitales cuentan con todo el equipamiento necesario para ofrecer la mayor seguridad a los pacientes. Operamos en hospitales donde se realizan intervenciones a corazón abierto o de neurocirugía, por lo que se cuenta con todos los medios de la medicina más sofisticada.
En definitiva, la Cirugía Estética realizada en un hospital de alto nivel es sinónimo de seguridad y confort para el paciente.